El grupo de debate de nuestro IES, compuesto por los alumnos Nuria Morales, Samuel Muñoz y Manuel Fernández, de 2° de bachillerato C y Francisco Rosales, de 2° de bachillerato B, ha quedado subcampeón en el I Encuentro de debate de Cabra, que organiza la Diputación de Córdoba con la colaboración del Ayuntamiento de Cabra y la Academia de debate Aljafe.

El Encuentro ha reunido a ocho equipos de alumnos y alumnas de los tres IES de nuestra ciudad, quienes han recibido formación online sobre técnicas y estrategias de debate a cargo de la citada Academia Aljafe.

El formato del debate ha seguido la fórmula académica, en la que cada equipo hace una exposición inicial, dos refutaciones y una conclusión, ajustando cada intervención a un tiempo de 3 minutos.

El tema sobre el que ha versado el torneo ha sido: Es positivo el capitalismo rosa para el colectivo LGBTQ+?

El término capitalismo rosa, del inglés pinkwashing, se remonta a los años 90, cuando varias empresas decidieron tomar el color rosa, símbolo de la lucha contra el cáncer de mama, para vender más y mejor sus productos. Este hecho fue denunciado por la Breast Cancer Action y, de ahí, el término se resignificó para pasar a denunciar a las empresas e instituciones que utilizan la bandera LGBTQ+ como estrategia política y de marketing, como un lavado de imagen para mostrar un rostro progresista, inclusivo y tolerante, cuando en el fondo no contraen un compromiso respecto a los intereses de este colectivo.

El tema se presta a debate porque por un lado se puede argumentar que el capitalismo ha asimilado el movimiento LGBTQ+, que la causa solamente interesa en cortos períodos del año en los que se lanzan agresivas campañas de marketing y que eventos como las fiestas del orgullo gay se han convertido en un puro negocio muy alejado del espíritu y las reivindicaciones originarias del colectivo.

Por otra parte no les falta razón a aquellos que defienden que hay un porcentaje muy elevado de grandes empresas que no solamente usan la bandera del movimiento como reclamo, lo que ya de por sí da al colectivo LGBTQ+ una visibilidad que nunca tuvo, sino que también hacen donaciones y están activamente comprometidas con las demandas históricas del colectivo, lo cual va creando conciencia social a la vez que se incrementa la demanda de consumidores que exigen a las grandes marcas un compromiso sincero, generando un círculo vicioso en favor de las demandas del colectivo.

Lo que parece ser aceptado por ambas posturas es que, como dejó sentado los análisis del gran filósofo francés Michel Foucault, el género es un producto y un constructo cultural independiente de la base natural que supone el sexo.

Sobre esta sólida base despegan todas las esperanzas para que el respeto a cualesquiera de las identiades de género que el ser humano sienta por sus venas -ya sea cis, trans, no binario, queer, pansexual, demisexual, asexual, por citar algunas opciones- sea una realidad.

Llenos de orgullo, damos la enhorabuena y agradecemos el esfuerzo a nuestro alumnado, a la vez que asumimos el firme compromiso de seguir trabajando estrategias de debate en nuestro IES.

Eustasio Moreno